Senderismo entre volcanes en Lanzarote

Uno de los grandes alicientes de la isla de Lanzarote son sus volcanes. Esta isla está marcada por las erupciones que entre 1730 y 1736 cambiarían su imagen para siempre. Lo más conocido es el Parque Nacional del Timanfaya, que solo se puede recorrer en autobús y bajo rutas guiadas, ya que existe riesgo por la temperatura a la que aún están determinadas zonas. Pero nosotros queríamos conocer los volcanes mucho más de cerca que a través de la ventanilla de un autobús, por lo que decidimos realizar 2 rutas de senderismo de las varias que existen. Ambas se encuentran fuera del límite que establece el Timanfaya, aunque no existe una diferencia visual, pues te vas a adentrar en terreno puramente volcánico. Las que elegimos fueron la del Caldera Blanca y la del Volcán del Cuervo.

Para realizar estas rutas de senderismo es imprescindible que lleves agua y te protejas con una gorra y protector solar, sobre todo en los días más calurosos. Recuerda que no vas a encontrar ni una sola sombra, pues no hay árboles ni apenas más vegetación que los líquenes de la roca de lava. Por este mismo motivo, también recomendamos que evitéis las horas centrales del día. Merece la pena madrugar un poco, además de que vas a encontrar menos gente por el recorrido.

Volcán Caldera Blanca.

Esta ruta es una de las más conocidas y realizadas. El camino hasta llegar a la base del volcán es cómodo y sólo tiene cierta dificultad en la fase de subida a la cima. Las vistas desde arriba merecen muchísimo la pena, y se es consciente de la magnitud del volcán, con un cráter de más de 1 km de diámetro, cuando se está arriba.

La ruta comienza junto a la localidad de Mancha Blanca. Hay una zona de aparcamiento (señalizada en google map) a unos 700 metros del desvío del pueblo, tomando una pista de tierra que por la que se puede circular con cualquier turismo (nosotros íbamos en un Clio). Hay una explanada que termina en un sendero por el que ya no cabe un coche, señalizado por dos bidones con los colores de la bandera canaria (foto), y que es el inicio de la ruta.
La ruta es de ida y vuelta, de unos 11 kms, lo que nos llevó unas 4 horas (teniendo en cuenta que en la cima nos paramos a comer algo y todo el recorrido fuimos con calma y haciendo fotos). La dificultad la consideraríamos como media, requiriendo al menos un mínimo estado de forma, sobre todo si pretendes subir a la cima del volcán. No es necesario usar botas de trekking, con unas zapatillas de deporte es suficiente, aunque la primera parte el recorrido es más incómodo por el tamaño de las roca sobre las que se camina.

El camino está muy bien señalizado hasta llegar al volcán Caldereta, el primero que te vas a encontrar en esta ruta. Aquí se puede bajar hasta mismo centro del cráter y vimos senderos para subir arriba, pero no lo hicimos por no ocupar más tiempo.

Una vez tomamos unas cuantas fotografías, seguimos el camino para llegar a la base del Caldera Blanca. Aquí existen 2 caminos y es donde la mayor parte de gente encuentra dificultades, ya que una de las vías es más complicada de encontrar. Al llegar a la base, aparecen dos caminos que siguen rodeando el cráter, aún no comienzan a subirlo; un camino a la derecha mejor definido, y otro a la izquierda.

Aquí debes tomar el de la izquierda, en dirección a unas pequeñas casitas que parece que sirvieran de pastoreo (foto), la parte más complicada del recorrido a nuestro parecer. El camino sigue en pendiente y dejas atrás estas casitas. Un poco más adelante (no podemos definir la distancia exacta) aparecerá a tu derecha un pequeño sendero que, ahora si, comienza a subir por la propia ladera del Caldera Blanca. Es una vía estrecha, al principio encajonada entre la roca y que no se ve si continúa mucho el ascenso, pero esta es la que hay que tomar. Es por ello que mucha gente no la ve, porque queda camuflada entre la roca. El ascenso por esta parte no te levará demasiado tiempo ni dificultad extrema, aunque sí que tiene cierta inclinación. El final de este sendero te lleva directamente a la cima y la vista desde allí te dejará sin palabras, te lo aseguramos.

El volcán es enorme, con un cráter de más de 1km de diámetro, pero la bajada al centro de la caldera no es muy aconsejable, o al menos nosotros no encontramos una vía que no supusiera un riesgo excesivo. Desde su punto geodésico más alto tendrás las mejores vistas, por lo que te recomendamos que hagas el esfuerzo de recorrer el volcán y llegar hasta ahí. Aquí no tendrás duda de hacia dónde dirigirte, porque verás que caminando hacia tu izquierda está la zona más alta. El camino no es demasiado complicado, pero te llevará al menos 30 minutos, ya que no vas a poder resistirte a tomar una foto tras otra.

Volcán Caldera Blanca, vista desde el punto geodésico

La bajada la hicimos por la otra vía que existe pero nos pareció mucho más compleja, encontrando muchas partes de tierra suelta en la que es muy sencillo resbalar. Nos cruzamos con varias parejas subiendo por esta parte y vimos que les estaba costando bastante más trabajo que a nosotros la otra zona, por lo que recomendamos que uses el mismo camino de subida y bajada, es más corto y más seguro.

Volcán el Cuervo. Es una ruta de nivel bajo, apto para cualquier persona, de unos 3kms que se recorre en 1 hora y media aproximadamente y la ruta te lleva hasta el interior del cráter. Junto a la carretera hay una zona de aparcamiento bastante amplio (había hasta un autobús aparcado) y bien señalizado en google maps desde la que se inicia la ruta. Es un recorrido menos espectacular que el Caldera Blanca, casi completamente llano y está prohibido subir por la ladera del volcán. Una vez accedas al interior, puedes volver sobre tus pasos o seguir rodeando el volcán y disfrutando de una naturaleza que difícilmente encuentres en otras zonas fuera de Lanzarote.